Cada vez son más los municipios que abandonan el servicio de Aguas Bonaerenses S.A. por deficiencias en el mismo. Los vecinos y las intendencias denuncian que la empresa provee agua con arsénico y nitratos en elevadas proporciones. Desde el Organismo de Control de Aguas de Buenos Aires, no hay más que notificaciones a convocatorias sin resolución.
Al entrar, Nélida amontonó un par de bidones de agua mineral vacíos en una esquina. Sobre la mesa, pilas de papeles clasificados y en el lavatorio, la vajilla del mediodía aguardaba ser enjuagada.
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Nélida Díaz, vecina de Muñiz, madre y profesora universitaria, dejó caer sobre la mesa tres carpetas corpulentas que tenía atesoradas. Con amargura y vehemencia, indicó que guardaba cada retazo de papel que funcionara como prueba para hacer escuchar su voz.
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Se trata de la denuncia efectuada a Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), empresa proveedora de agua en 91 localidades de 62 partidos de la Provincia de Buenos Aires. El 90% del paquete accionario de la compañía corresponde al Estado Provincial y la misma obtuvo la concesión en marzo de 2002 tras la rescisión del contrato de prestación de servicio de Azurix Buenos Aires S.A. Actualmente, la firma provee agua a 3.7 millones de usuarios en toda la provincia.
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En 2012 la vecina realizó una denuncia ante reiterados cortes en el servicio de agua en su residencia. Los llamados continuaron hasta 2015 pero nunca hubo respuesta por parte de la empresa. Frente a esta situación y desbordada por la incertidumbre, Nélida se acercó a la Municipalidad de San Miguel junto con un grupo de ciudadanos de Muñiz solicitando que se efectúen las medidas pertinentes para solucionar el conflicto.
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No fue hasta el 21 de mayo de 2013 que el ente gubernamental se comprometió a tomar cartas en el asunto, dejando plasmado en un acta junto con la empresa Aguas Bonaerenses S.A, el compromiso asumido para la realización de una obra que constaba de la construcción de ocho pozos que sería llevada a cabo por la Municipalidad y puesta en funcionamiento por ABSA. Hasta julio de 2016, sólo dos de los pozos se encuentran en funcionamiento.
Sumado a las deficiencias en la infraestructura, la empresa proveedora vulnera las normas que refieren a la calidad del servicio que se suministra. En marzo del 2015 se detectaron en una muestra de agua tomada de una residencia de Muñiz, 100 mg/l de nitratos y 0.04 mg/l de arsénico cuando el máximo aceptable establecido por la Organización Mundial de la Salud es el de 0.01 mg/l de arsénico y el de nitratos de 50 mg/l. Los vecinos de la zona continuaron realizando análisis de esta índole en respuesta al silencio de ABSA y obteniendo los mismos resultados.
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El médico especialista en Terapia Intensiva y docente adscripto de Medicina Interna de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Gabino Cueli, subraya que la exposición a aguas con contaminaciones de diverso tipo puede ocasionar múltiples enfermedades. “Si el agua se encuentra contaminada con sustancias inorgánicas, puede ocasionar arsenisismo o toxicidad por nitratos y en caso de que estén involucrados agentes biológicos, dicha exposición puede derivar en enfermedades tales como Giardiasis, Hepatitis A, Cólera, Amebiasis, Leptospirosis, Salmonelosis, Shigelosis, Disentería o Fiebre Tifoidea”, sostiene.
Además, enfatiza que el asunto se agrava por ser “un resultado negativo no esperado de la utilización intensiva de los suelos para cultivo en el mundo desarrollado” y "que lo más alarmante es el descuido adicional por el empleo de químicos y el mal manejo de efluentes humanos y animales que acompaña esta intoxicación”
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“En el caso de la exposición crónica al arsénico por contacto o ingesta, lo más grave es la derivación a un cáncer y éste tiene mayor riesgo de metástasis que otros tipos de cáncer de piel no melanoma”, afirma Mayra Torrisi, médica especialista en Dermatología del "Hospital Nacional Dr. Baldomero Sommer"
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"En el caso de la exposición crónica al arsénico por contacto o ingesta, lo más grave es la derivación a un cáncer y éste tiene mayor riesgo de metástasis que otros tipos de cáncer de piel no melanoma"
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En la región de Muñiz se detectaron numerosos casos de vecinos fallecidos y enfermos con sintomatologías atribuibles al consumo de agua con altos niveles de arsénico y nitratos no aptos para el consumo diario. Liliana Addala, vecina de la zona, asegura que padece síntomas de carácter idiopático desde hace una década y que su hijo presenta una patología ósea en el tórax desde los 8 años. Esto la obliga a estructurar su agenda a diario para cumplir con las citas programadas con especialistas y a derivar un considerable porcentaje de sus ingresos a la compra de medicamentos.
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Por su parte, Analía Canusso, ciudadana portadora de Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacre) desde hace diez años, manifestó su repudio a los aumentos en el servicio durante la audiencia pública convocada por el Organismo de Control de Aguas de Buenos Aires (OCABA) en la localidad bonaerense de San Cayetano. Allí, le atribuyó la responsabilidad de su enfermedad a ABSA, ratificando que seguirá “reclamando por nuestros hijos y nietos para que en el corto plazo tengan agua potable; por eso hoy más que nunca digo no al aumento, basta de veneno en cada gota de agua”.
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"Por eso hoy más que nunca digo no al aumento, basta de veneno en cada gota de agua"
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Actualmente Nélida sigue asistiendo a audiencias públicas celebradas en La Plata y otros distritos como San Cayetano y Pehuajó. Mientras tanto, el agua que emana del grifo de los hogares de San Miguel y Muñiz sigue corriendo con altos niveles de toxicidad.
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Desde principio de año los intendentes de partidos de la Provincia de Buenos Aires como Malvinas Argentinas, Pilar, Escobar, San Miguel, Florencio Varela y General Rodríguez, están respaldando las denuncias de los ciudadanos por deficiencias en la provisión del servicio por parte de ABSA. En una reunión llevada a cabo en marzo, las intendencias bonaerenses iniciaron una petición para firmar convenios de traspaso a Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA). En aquella oportunidad, los jefes comunales fueron recibidos por Lucas Delfino, subsecretario de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior Nacional, área de la que depende AySA, y se acordó firmar el convenio en el plazo de 60 días. Hasta el momento, no hubo avances en cuanto al acuerdo.
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